Hoy compartimos con vosotros varios consejos y trucos para no engordar en vacaciones, pero antes de empezar hay que marcar una cosa muy importante:
Si intentas comer sano, si quieres tener buenos hábitos alimentarios, si has trabajado duro durante este tiempo para aprender a comer bien – ¡no lo abandones por las vacaciones! No vale la pena.
Sigue tus pasos. Sin obsesionarse, pero con un objetivo claro.
No trates tu cuerpo como un campo de batalla: me privo – me descontrolo. ¡Quiérete! Y haz todo para sentirte orgulloso de ti mismo. … y si por lo menos lo intentas (pero DE VERDAD, con toda tu fuerza y todos los recursos que tienes) – ya has conseguido algo importante.
Dicho esto, empezamos con los MANDAMIENTOS VERANIEGOS más importantes:
- Come comida local, fresca, de temporada. Intenta que no sea frita, rebozada ni con salsas pesadas.
- Mínimo dos veces al día procura comer una buena ración de verdura. Y que mínimo una vez sea en forma de verdura cruda.
- Toma mucha agua. Y que sea tu única bebida.
- Si comes algo que de normal tratas ¨no comer¨, disfrútalo a lo máximo, pero no lo hagas tu ¨hábito veraniego¨. En lugar de eso – retoma tu rumbo hacía tus objetivos.
- ¡Muévete! No vale viajar en un bus turístico que te lleve a cada sitio. Aprovecha y.. camina, nada, baila, monta en bicicleta, sube a la montaña (por supuesto si te gusta) y ríe! (no te imaginas cuantas calorías quema una buena risa!)
¿Y si estás de viaje? ¿La cosa se complica?
Estando de viaje muchas veces nos cuesta mantener buenos hábitos alimenticios. Es cierto que viajando tenemos que salir de nuestras costumbres bien establecidas, pero esto NO SIGNIFICA pasarnos y comer mal. Realmente la comida tradicional de cada país suele ser, por definición, comida natural hecha con ingredientes “de verdad”, no con precocinados industriales, así que probarla (sin pasarnos) es buena idea.
Por supuesto deberíamos elegir cosas más frescas, evitando fritos y rebozados, intentar optar por elaboraciones sencillas: horno / plancha / vapor / papillote y siempre acompañar nuestros platos por mucha verdura. Pero ¿Qué más podemos hacer? Os dejamos un par de pautas:
- Lleva un snack saludable en el bolso siempre contigo. Una pieza de fruta, una ración (vale la pena preparar unos paquetitos pequeños con los monodosis) de frutos secos o unas tortitas de maíz o de arroz* (aunque estás no son un snack ideal, pueden servir de ¨emergencia¨). Así mantendrás tu hambre bajo del control.
- Desayuna con conciencia. Si estas de viaje investiga bien la oferta del bufet de desayuno y elige con cabeza con qué vas a alimentar tu cuerpo. Si tienes un apartamento alquilado – mejor aún. Empieza tu viaje visitando un supermercado cercano y compra lo necesario para los siguientes días. Yogur natural, algún fruto seco, alguna fruta natural – es lo que puedes encontrar prácticamente en cada país europeo y norteamericano. Organizando bien tu desayuno ya tendrás por lo menos una comida perfectamente bien hecha.
- Investiga antes de comenzar el viaje
Pregunta a Google, lee críticas, busca a bloggers locales. Hay auténticos expertos en la materia y encima suele ser información muy actualizada y en general, fiable. Pide consejo a los taxistas, descubre. - Busca los mercadillos locales.
Allí podrás explorar la cultura gastronómica verdadera y encontrar los alimentos tradicionales, no productos.
Y por lo último: Relájate. Y disfruta. De la compañía, de las vistas y paisajes, del silencio / del ruido, de las ofertas culturales / de la tranquilidad. Y también de la comida. Pero la que realmente nutre tu cuerpo y no la que solo hincha o quita los antojos por un instante.
¡Feliz verano!
* las tortitas de arroz o maíz son desaconsejadas para las personas con problemas con niveles de azúcar en sangre, resistencia a la insulina, pre-diabetes o diabetes