Hola a todas y todos. Hoy vengo a hablaros de un problema cutáneo que cada vez está más presente entre la población. Hoy os hablaré de la dermatitis atópica y cómo, después de muchos años de experiencia, he aprendido a tratarla.
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel caracterizada por un enrojecimiento y sequedad que provoca picor y rascado. Se trata de una enfermedad benigna y no contagiosa que suele aparecer en zonas del rostro como frente y nariz, pero también en la nuca, cuello, muñecas y dorsos de los pies.
La dermatitis atópica es crónica y cada vez está más presente en la sociedad debido, fundamentalmente, a factores ambientales y al incremento de productos irritantes. Para que os hagáis una idea, en los últimos 30 años la presentacia de dermatitis atópica en la piel de las personas se ha visto multiplicada por tres.
¿Qué notan las personas que padecen dermatitis atópica?
Las personas que la padecen sienten que tienen la piel irritada, notan como en determinadas épocas del año su piel se pela y se irrita en mayor medida.
Como os decía, la evolución de la dermatitis atópica es diferente según el momento del año: hay temporadas, normalmente en verano, en las que la piel está mejor (rojeces aisladas, piel algo seca, leve picor); y otras en las que empeora sin causa aparente, con posible aparición de brotes atópicos. En los cambios de estación (especialmente primavera y otoño) y cuando se producen cambios bruscos de temperatura (en Valencia sabemos muy bien lo que esto quiere decir), es cuando suelen aparecer los brotes. Los brotes atópicos se caracterizan por una sequedad extrema y un picor intenso que hace que el paciente se rasque y se produzca lesiones rojizas, que pueden llegar a infectarse.
Cuando las personas ven como su frente o su nariz comienza a pelarse creen que sus pieles están deshidratadas. Pero no es este el problema, el problema es que esas pieles están desequilibradas. Si cuando ocurre cargamos erróneamente nuestra piel con cremas agresivas y demasiado densas nuestra piel, lejos de mejorar, empeorará aún más.
Y es que un mal diagnóstico afectará sin duda negativamente a nuestra piel. Si por ejemplo decides hidratar tu piel poniéndote una crema que no es adecuada para ti añadirás grasa pero continuarás teniendo la piel con aspecto deshidratado y, lo que es peor, continuarás sufriendo las molestias propias que produce una piel atópica. Aún más grave es que recibas el mal consejo de realizarte un peeling facial, entonces tu piel se verá terriblemente dañada.
¿Cómo trabajo yo contra la dermatitis atópica?
Hace años hice un viaje muy especial a Jordania. Fue allí, en uno de sus mejores balnearios, donde aprendí las técnicas curativas que hoy aplico a mis clientes. Cuando detecto una piel atópica aplico el tratamiento jordano del que os hablo. En él preparo mascarillas especiales con barros que me mandan directamente de la propia Jordania. La piel de la persona que está en mis manos mejora desde la primera sesión de manera espectacular.
Si tienes una piel atópica no te preocupes ni te alarmes pensando que sufrirás la incomodidad derivada durante toda la vida. El buen diagnóstico es vital para saber cómo debemos tratar tu piel y con él lograremos ese equilibrio cutáneo que hará sin duda que te sientas mucho mejor.
Un breve resumen sobre este post de piel atópica…
- La detectarás por tener descamación en zonas como frente o nariz.
- Evita los malos diagnósticos de profesionales sin especialización alguna.
- No añadas más hidratación a tu piel. Tu piel no está deshidratada, está desequilibrada.
- No te realices un peeling facial, tu piel sufrirá mucho más.
- Acude a un centro especializado como el nuestro para que te realicen un diagnóstico cutáneo (gratuito en nuestro centro) y comiencen a aplicarte los cuidados que llevarán de nuevo el equilibrio a tu piel.