¿Qué hacer frente eso? ¿Cómo alimentarnos después de la Navidad? ¿Cómo va el tema de dietas depurativas respecto a este objetivo?
Qué es una dieta depurativa
Lo primero es entender el concepto de las dietas depurativas. Si pensamos en una dieta depurativa como si fuera una dieta muy baja en calorías, acompañada por unos batidos light, barritas, pastillas detox o parecidos… no es el camino. Este tipo de dietas no tiene ninguna eficiencia a largo plazo. Lo que sí que tiene son muchos efectos secundarios, empezando por cansancio, hambre, problemas del sueño, ansiedad, irritabilidad y terminando con el famoso efecto rebote.
Por otro lado, una alimentación basada en verdura y fruta junto con otros alimentos naturales, frescos, de temporada y – preferiblemente – proximidad sin embargo puede ser considerada una dieta depurativa. Siguiendo este patrón de la alimentación no sobrecargamos nuestros órganos, sino les apoyamos aportándoles nutrientes y vitaminas que necesitan para su óptimo funcionamiento. Este tipo de dietas depurativas, después de los días cargados de comidas fuertes, es lo mejor que podemos hacer.
¿Cómo deberíamos alimentarnos?
Realmente tal y como durante el resto de año: basar nuestra alimentación en vegetales, recordar de una buena hidratación, olvidarnos de la comida procesada, refrescos, gaseosas por completo. Evitar los snacks, los dulces, bollería industrial, etc.
Durante los meses de invierno podemos aprovechar de verdura de temporada: alcachofa (perfecta para el hígado), repollo y coles (con propiedades anti cáncer), puerro, cebolla, ajo (antibacterianos naturales), kale, espinacas, nabos. Es cuando están en su pleno esplendor.
Siempre deberíamos optar por las preparaciones más sencillas: horno, vapor, papillote están entre las más recomendadas.
Además está bien utilizar las especias y hierbas naturales con abundancia. Podemos optar por los digestivos, como comino, albahaca y menta, antinflamatorios como cúrcuma, orégano y romero, o simplemente las especias muy aromáticas como las hierbas provenzales o curry. El mundo de especias y hierbas trae muchos beneficiosos para nuestro cuerpo.
No deberíamos olvidaros también de una hidratación adecuada, imprescindible para una buena función renal y eliminación eficaz de las toxinas. Bebamos agua e infusiones (sin azúcar, ni sacarina), evitemos los refrescos, alcohol y zumos, limitemos el café. Así de simple.
No nos olvidemos también de los omega 3 – nuestros ácidos grasos antiinflamatorios. Pescado azul, algas, semillas de lino, chía y cáñamo serán sus mejores fuentes. Preparando una ensalada con salmón, a base de hojas verdes, acompañándolo por semillas de chía y un trocito de aguacate, cargaras tu cuerpo de las grasas buenas y le darás gasolina adecuada para luchar contra las microinflamaciones.
Para eliminar el exceso de las toxinas, de oro nos vendrá también… actividad física. Movernos y sudar un poco es lo más recomendado para eliminar las toxinas. En este caso, de ayuda nos servirá también ir a sauna.
Entonces, para resumir: no hagas:
- Dietas muy restrictivas calóricamente
- Detox basados en pastillas, batidos o barritas
- Monodietas (pechuga y lechuga o pollo y piña)
Lo que sí, que te recomendamos es seguir una dieta balanceada, basada en los vegetales y combinada con la actividad física. Dale apoyo a tus órganos de desintoxicación, no hay camino más corto.