Estás más que acostumbrada a leer los ingredientes de los alimentos que habitualmente adquieres en el supermercado. Las etiquetas de los alimentos envasados son cada vez más detalladas y, por ley, más precisas en cuanto a ingredientes, propiedades y alérgenos. Conoces muchas de las propiedades, origen o método de obtención de los alimentos naturales que consumes. También están muy regulados los llamados productos orgánicos o bio.
Otro apartado en el que lees las etiquetas y se entienden es en las prendas de ropa. La composición, el país de fabricación, tallaje, etc. está cada vez más regulado y comprensible para el consumidor final que adquiere el producto. PERO ¿QUÉ OCURRE CON LOS COSMÉTICOS? Está claro que la composición aparece en su etiqueta o packaging, pero tienen una terminología muy particular.
El etiquetado de composición de los cosméticos se denomina INCI. Pero vamos a ser sinceras: en el caso del INCI, la comprensión no es tan sencilla como en otros bienes de consumo. Aprender a leer y sobre todo entender la etiqueta de los productos cosméticos que tienes en tu neceser beauty te ayuda a saber qué resultados puedes esperar. También descubrirás por qué hay diferencias importantes de precios entre cosméticos de propiedades similares y diferentes marcas.
En definitiva, podrás realizar un consumo y adquirir unos hábitos de compra más acordes con tus necesidades sin dejar de lado otros aspectos importantes actualmente como son la responsabilidad social de las empresas fabricantes, el consumo responsable, la producción sostenible, etc.
Cómo leer (y entender) el INCI de los productos cosméticos
Las siglas INCI significan ‘International Nomenclature Cosmetic Ingredient’, traducido sería Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos. Es un sistema estandarizado y de uso obligatorio en toda la Unión Europea desde 1998.
Este listado de ingredientes que tiene cada producto cosmético debe cumplir unas normas específicas para que se pueda identificar su composición real y completa, independientemente del país en el que te encuentres.
Conociendo el INCI no sólo nos guiaremos por la imagen de marca y la publicidad que se hace sobre un producto a la hora de su compra. Por ejemplo, el tan leído ya ”0%” y “100% natural”, en ocasiones, si realmente leemos bien el INCI, comprobamos que es no es del todo cierto o que, a pesar de no llevar parabenos, por ejemplo, utilizan alternativas igualmente nocivas para tu salud. Además, entendiendo el etiquetado sabremos si el reclamo de venta por su ‘ingrediente estrella’ es real o no.
Si un sérum facial se vende como rico en caviar, pero en el etiquetado observamos que el caviar aparece al final del listado INCI, descubrirás que el porcentaje de contenido es muy bajo y ese ingrediente que identifica y da en ocasiones nombre al producto no está casi presente en su composición.
Por ley, además de reflejar el INCI en el embalaje o envase del producto, se deben cumplir ciertas normas en su redacción que conviene conocer a nivel de usuario si queremos analizar bien un INCI, entenderlo y evaluar la presencia real de ingredientes, algo muy vinculado a la calidad.
CARACTERÍSTICAS DEL INCI
- Los nombres de las sustancias utilizadas en la composición del producto deben aparecer en inglés o en latín cuando se trata de plantas. En este caso, el de las plantas, se utiliza el nombre científico de la especie.
- Por supuesto, cada fabricante puede añadir los idiomas que quiera, ya de forma voluntaria o dependiendo de a qué mercado se dirija su venta.
- El orden de aparición en el listado responde también a una regla muy clara: los ingredientes se ordenan de mayor a menor según el porcentaje de presencia en la formulación, de forma que los ingredientes que se hayan utilizado en mayor cantidad aparecen primero en el listado.
- Pese a esta estandarización, el fabricante no está obligado a indicar el nivel o porcentaje de cada ingrediente para preservar el secreto de fabricación y evitar copias. Sin embargo se clasifican como obligatorios de mayor a menor ingredientes siempre que superen el 1%. Todos los ingredientes que estén por debajo de este porcentaje se pueden poner en el orden que desee el fabricante.
- Todos los ingredientes deben aparecer reflejados en la lista oficial que la Unión Europea actualiza frecuentemente, y se debe utilizar esa misma nomenclatura.
- Tampoco nos ha de extrañar que prácticamente en todos los productos el primer ingrediente sea el agua. No olvides que es el ingrediente necesario para crear y lograr unir los ingredientes para conseguir su aplicación y vehiculizarlos en la piel. Es el primer ingrediente en cremas, sérums, lociones, maquillaje, limpiadores, emulsiones, fluidos, etc.
SOBRE LOS PRODUCTOS ORGÁNICOS O COSMÉTICA ECOLÓGICA
- En el caso de la cosmética ecológica, orgánica o bio, nos encontramos además con la presencia de un símbolo muy especial, los asteriscos:
(*) Un asterisco quiere decir que el ingrediente es ecológico/orgánico.
(**) Dos asteriscos nos indican que el ingrediente es una sustancia generada de forma natural en el proceso de obtención de los aceites esenciales ecológicos utilizados en el producto.
- En caso de ser productos orgánicos certificados, los sellos acreditativos también aparecerán junto al INCI, visibles en el embalaje y/o en la etiqueta del propio envase, como por ejemplo el certificado ECOCERT.
Estas certificaciones tienen unos sistemas de evaluación muy estricta y no todos los productos pueden acceder a ella pese a ser orgánicos.
CÓMO SABER SI ESTOY ANTE UN COSMÉTICO NATURAL Y ECOLÓGICO
Para comprobar la composición realmente natural y ecológica de un producto es muy importante tener en cuenta los puntos que hemos explicado. Además, tenemos que conocer algunos de los principales ingredientes químicos potencialmente tóxicos que debemos evitar para cuidar nuestra piel de una forma sana, segura y sostenible.
Muchos de estos componentes nos resultan ya familiares. La publicidad, los organismos oficiales y los artículos especializados han puesto a tu alcance información suficientemente amplia sobre estos compuestos nocivos para la piel y la salud. A todos nos suenan nombres como parabenos, aluminio, derivados del petróleo, vaselinas, etc.
POR QUÉ ES IMPORTANTE FIJARNOS EN EL INCI DE LOS PRODUCTOS COSMÉTICOS
Además de por todo lo expuesto al principio del texto en cuanto a calidad, precio y publicidad real de un producto, conocer los ingredientes nocivos también es importante al aprender a leer el listado de ingredientes. Podrás detectar los ingredientes químicos potencialmente tóxicos.
Si quieres cuidar tu piel de forma saludable y evitar alteraciones cutáneas no deseadas, tienes que evitar los productos cosméticos que contengan:
- Aluminio y derivados
- Parabenos o, en su defecto, fenoxietanol.
- Aminas (DEA, MEA y TEA)
- Sulfatos (laureth, lauril)
- Siliconas (dimethicone, -thicone, PEG-),
- Vaselinas (parafinnum, petrolatum, ceresin)
- Derivados del petróleo (mineral oil).
¿QUÉ HAY DE LOS CONSERVANTES?
Muchas veces te dicen que un producto no tiene ni conservantes, ni colorantes, ni perfumes. Y la pregunta inmediata es ¿Cómo se mantiene el producto en óptimas condiciones por tanto tiempo?
La respuesta está en el origen de los conservantes. Es inevitable utilizar conservantes para preservar las propiedades del producto y protegerlo de microorganismos como bacterias u hongos indeseables.
Pero existen posibilidades de conservación inofensivas en la cosmética de origen vegetal, como, por ejemplo:
- sodium phytate
- sodium benzoate
- sodium dehydroacetic
- xantan gum
- dehydroacetic acid
- potasium sorbate
Todos estos conservantes naturales tienen certificación ecológica y son aptas para el uso cosmético.
¿PERO CÓMO ME APRENDO LOS NOMBRES TAN COMPLICADOS?
Son muchos y con nombres complicados, es normal que nos cueste recordar y saber realmente qué estamos leyendo en un INCI, sobre todo al principio.
Tranquila, ¡no tienes que aprender todos y cada uno de los compuestos! Podemos aprovechar los avances tecnológicos y recurrir a buscadores específicos online o Apps que nos aclaran, con solo teclear el ingrediente, si es seguro o no.
Estas aplicaciones para móvil te facilitan la comprobación de los etiquetados INCI, como por ejemplo la app Ingred, la más utilizada por el momento, al menos según el volumen de descargas publicado. Es muy sencilla de utilizar y está en español.
Abouit, también en español, no analiza ingredientes, sino productos completos, dándole un valor no solo por su INCI, sino también por la responsabilidad social o ética de la empresa fabricante y por el impacto medioambiental que supone su fabricación y consumo.
Tras un tiempo utilizando estos conceptos, buscadores o aplicaciones, te irás dando cuenta de que se repiten con frecuencia algunos ingredientes y acabas localizando en un INCI a golpe de vista lo que más te interesa.
Analizar lo que quieres consumir y lo que no se va convirtiendo en algo sencillo que integras en tu día a día y que te asegura un cuidado natural, seguro y ecológico.
¡Ahora tienes el poder de elegir con las máximas garantías para el cuidado saludable de tu piel!