Es una realidad cada vez más evidente, sobre todo entre el público más joven, que las redes sociales influyen en la mayoría de los aspectos sociales, y la estética no es ajena a este movimiento.
Lo que antes se creía que estaba destinado solo a un público de edad ya madura, hoy se demuestra que también es demandado por un público más joven.
En esto los jóvenes llevan ventaja ya que la generación centennial es la que puede sacar más rendimiento a la medicina estética: se encuentran en edad de comenzar a utilizar estos servicios de manera consciente y moderada. Los resultados altamente naturales y dosificados están más garantizados que en edades más avanzadas.
Pero ¿hasta qué punto esta precocidad es voluntaria o forzada?
Veamos algunos datos objetivos:
- La Sociedad Americana de Cirugía Estética indica que el 20% de los procedimientos quirúrgicos y estéticos se realizan en edades comprendidas entre los 18 y 24 años.
- Una de cada diez personas que se somete a alguna intervención de cirugía estética lo hace influida por los “selfies” y los filtros de las redes sociales.
- El 10,5% de los pacientes acude a un cirujano influidos por las redes sociales, mientras que un 4,99% lo hace por la influencia de alguna celebridad a la que admira.
LA NECESIDAD DE UN CORRECTO DIAGNÓSTICO
Actualmente, los pacientes llegan a la cita diagnóstica con un alto grado de información respecto a lo que buscan y cómo quieren que sea su aspecto final.
La amplia información disponible en muchos medios y canales hace que la demanda sobre determinados servicios sea clara antes de acudir a la cita.
Sin embargo, en ocasiones, los filtros y las imágenes idealizadas y retocadas por los medios sociales provocan una distorsión entre lo que se pide y lo que efectivamente se puede lograr en cada persona con tratamientos estéticos.
Por ello es importante el rol del profesional estético en la práctica clínica y en el diagnóstico, pero principalmente, confiar en la capacidad de guiarte en un proceso sano y con resultados reales y naturales.
Recuerda que puedes pedir cita para consulta y diagnóstico gratuito.
VERTE BIEN y SENTIRTE BIEN NO ES SOLO CUESTIÓN DE BELLEZA
La imagen personal tiene una importancia cada vez mayor en nuestra sociedad. Ocuparnos de cómo nos vemos puede ser un gran potenciador de autoestima.
Sin olvidar que los grandes cambios personales se originan en tu interior, no debemos desdeñar la importancia de que el hecho de sentirnos bien, sentir que hacemos lo que necesitamos con nuestro cuerpo, que lo cuidamos, que nos prestamos atención, ayuda mucho al bienestar interior.
El cuidado personal conforma una potente herramienta para alimentar y mejorar la autoestima: mejora la calidad de vida y forma parte del autocuidado, tan importante en tu salud emocional.
Este cuidado comprende tanto elementos estéticos como hábitos de salud, como ejercicio, la alimentación o la higiene personal.
Por la parte estética, la forma de vestir, el peinado o el maquillaje contribuyen a la imagen integral e incluso pueden dar pistas para interpretar tu situación anímica.
SIN PERDER DE VISTA LA REALIDAD: LA NUEVA MEDICINA ESTÉTICA
Quererte y aceptarte a cualquier edad, asumir con naturalidad el paso de los años, es importante para tu salud mental y, por consiguiente, para tu vida.
Continuar con el cuidado rutinario de la imagen mediante la medicina estética ayuda a esa aceptación, lo que evita caer en la desgana y, por tanto, favorece una mejor salud psíquica.
EL CAMBIO “NECESARIO” DE LA MEDICINA ESTÉTICA
La medicina estética está sufriendo una revolución (muy necesaria a nuestro juicio). Hasta hace unos años, la medicina estética se confundía mucho con cirugías y tratamientos invasivos, con resultados poco naturales y excesivos.
Actualmente la estética está entendida como un aspecto de apoyo para tu proyección personal y profesional, pero siempre desde el respeto a tus deseos y necesidades. Respetando tu naturalidad y estilo propios, sin ser copias repetitivas del mismo rostro y, por supuesto, con una elevada seguridad en los tratamientos.
¿QUÉ BUSCAN LOS PACIENTES?
Ya hemos visto con datos que la demanda de cuidados estéticos cada vez comienza antes y no solo con el objetivo de rejuvenecer, sino de hacer que el envejecimiento natural sea progresivo y más lento.
Actualmente, el foco de los cuidados lo ponemos en la salud de la piel a través de técnicas y activos para lograr resultados naturales y potenciar la belleza individual. A esto contribuye también el estilo de vida, la alimentación, el consumo de suplementos y el ejercicio.
Apostar por un tratamiento estético ya es una decisión habitual para quienes se preocupan por su piel. La gran variedad de opciones e información disponibles hacen que la idea de invertir en uno mismo sea una decisión personal y sin influencias por modas o presiones sociales. Son mayoría los pacientes que buscan preservar una belleza auténtica sin seguir estereotipos.
Actualmente, la búsqueda por verse varios años más joven ha sido reemplazada por la idea de aparentar la mejor versión posible de uno mismo, sea cual sea su edad.
ÚLTIMAS TENDENCIAS EN ESTÉTICA
“Más vale prevenir que curar” aplica también cuando se trata de retrasar la aparición de las señales del paso del tiempo en piel.
Los rellenos como el ácido hialurónico, la estimulación como el plasma rico en plaquetas (P.R.P.) y las tecnologías que estimulan el colágeno como la radiofrecuencia Indiba, son algunos de los tratamientos estéticos sin cirugía más demandados.
En general, la tendencia en estética se encamina a realizar tratamientos poco invasivos y de manera uniforme, tratando todas las zonas del rostro para no descompensar su armonía.
En este aspecto, tanto la medicina, como la aparatología y las técnicas estéticas manuales conforman el trío perfecto para el cuidado de la piel.